El reparto electrónico de frenada
(llamado comercialmente EBV o EBD según los distintos fabricantes) es un
sistema electrónico de reparto de frenada que determina cuánta fuerza aplicar a
cada rueda para detener al vehículo en una distancia mínima y sin que se
descontrole.
El sistema calcula si el reparto
es adecuado a partir de los mismos sensores que el ABS. Ambos sistemas en
conjunto actúan mejor que el ABS en solitario, ya que éste último regula la
fuerza de frenado de cada rueda según si ésta se está bloqueando, mientras que
el reparto electrónico reparte la fuerza de frenado entre los ejes, ayudando a
que el freno de una rueda no se sobrecargue (esté continuamente bloqueando y
desbloqueando) y el de otra quede infrautilizado.
Para mejorar aún más la frenada,
en vehículos de competición se usan repartidores de frenada manuales, ya que el
reparto de frenada ideal no es siempre el mismo, por ejemplo, en mojado y seco,
puesto que la deceleración es diferente y con ella el reparto de peso sobre los
ejes.
Para obtener el reparto de frenada
ideal en coches de calle, sin tener que seleccionarlo manualmente, se han
desarrollado los sistemas electrónicos EBV y EBD en conjunción con el ABS.
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